Según el Diccionario Bíblico Ilustración, de Vila—Santa María, “En Palestina …la lluvia o invierno, dura desde noviembre hasta abril (p.531). Además el evangelio de Lucas, revela que el día del nacimiento de Cristo, un ángel se les presentó a unos pastores, que velaban el descanso nocturno de sus ovejas, para anunciarles el advenimiento al mundo de un Salvador (Lucas 2: 8-15).
Con base a lo antes expuesto, no resulta congruente que en pleno invierno pastores permanecieran por las noches en el campo resguardando sus rebaños. Por tanto se descarta la hipótesis de que Jesús naciera en la época dicembrina. Entonces si Cristo no nació en diciembre ¿por qué en la cultura occidental se celebra el natalicio de Jesús en el último mes del año? La celebración del nacimiento del Mesías no fue instituida por la iglesia cristiana de los primeros siglos. Fue hasta en el S. IV que la Iglesia Católica dio la orden para que se festejara el nacimiento del Hijo de Dios, cada 25 de diciembre. Casualmente ese mismo día, los romanos celebraban años atrás, “el día del nacimiento del sol”: una fiesta pagana de desenfreno e inmoralidad.
Con base a lo antes expuesto, no resulta congruente que en pleno invierno pastores permanecieran por las noches en el campo resguardando sus rebaños. Por tanto se descarta la hipótesis de que Jesús naciera en la época dicembrina. Entonces si Cristo no nació en diciembre ¿por qué en la cultura occidental se celebra el natalicio de Jesús en el último mes del año? La celebración del nacimiento del Mesías no fue instituida por la iglesia cristiana de los primeros siglos. Fue hasta en el S. IV que la Iglesia Católica dio la orden para que se festejara el nacimiento del Hijo de Dios, cada 25 de diciembre. Casualmente ese mismo día, los romanos celebraban años atrás, “el día del nacimiento del sol”: una fiesta pagana de desenfreno e inmoralidad.
Para los cristianos, lo importante es saber que Jesús nació en Belén hace más de 2000 años. Y lo más grandioso aún que Él nació en nuestro corazón, el día en que lo recibimos como Señor y Salvador de nuestra vida.
Por Hno. Vladimir Orellana Cárcamo
No hay comentarios:
Publicar un comentario